BITÁCORA FINAL
Casi todos los lunes del semestre a las 11 de la mañana,
algunas veces desde el K-205 y otras desde mi habitación. Ha llegado el final
de la clase de Investigación Social. Las bitácoras, exposiciones, comentarios,
actividades y anécdotas de la asignatura han llegado a su fin después de 16
semanas.
Si tuviera que elegir 1 palabra para describir la materia
sería: enriquecedora. En muchos aspectos la clase de Cobos nutrió mi
aprendizaje sobre la profesión que elegí y sobre mí misma. Empezando por el
trabajo semanal de hacer las bitácoras recordando lo visto en la sesión, intentando ser muy
intertextual, cumpliendo con un número determinado de palabras, evitando el “que”,
conociendo la perspectiva de mis compañeros
sobre un mismo tema o actividad y compartiendo para todos mis
pensamientos y opiniones sobre una clase cuando fue leído mi texto.
Los experimentos del ascensor, del malvavisco, la niña de
los chicles, evitar el preguntar “¿por qué?”, leer las expresiones no verbales,
saber cómo detectar una mentira y más fueron algunos de los conocimientos
prácticos que adquirí durante la clase, los cuales me satisface haber visto
porque mi otra opción de carrera era psicología y lo que más me llamaba la
atención eran este tipo de claves.
El profesor, sin duda alguna, fue una parte
fundamental de mi proceso de aprendizaje. Debo decir que conmigo logró su
objetivo de sacarme de la zona de confort, pues gracias a él tengo los
conocimientos necesarios para ir más allá en el momento de comunicar, o sea,
siempre.
Sebastián Cobos es uno de esos docentes que no se olvidan
pues aportó mucho para mi vida por sus enseñanzas, su energía, su preocupación
por los estudiantes, porque de verdad intentó que cada uno de nosotros
mejorara, tanto así que en mi cabeza quedó grabada la relación entre
intertextualidad y conocimiento así:

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